Las venitas delgadas, visibles en las piernas, de color variable, rojas, violáceas o azuladas, muchas veces con apariencia de telaraña, son bastante frecuentes en las mujeres, y las podemos encontrar desde tobillos hasta los muslos. En algunos estudios se habla de un noventa por ciento de las mujeres afectadas. En la mayoría de los casos hay antecedentes familiares de la misma afección, y pueden agravarse con actividades laborales que requieren permanecer mucho tiempo de pie, tales como docentes, peluqueros, personal de seguridad, cirujanos etc.
En las personas que padecen varículas en las piernas, es característico observar, que en las mañanas son poco notables debido a que durante el descanso en posición horizontal, la sangre circula y no se retiene en las venas de las piernas. En el transcurso del día y con las actividades habituales, las varículas se hacen visibles acompañado en algunas ocasiones de hinchazón, sensación de hormigueo y aún dolor. Estos síntomas son mayores si además, la persona tiene sobrepeso.
En cuanto al tratamiento, si hay afección del sistema venoso profundo, puede ser necesaria la cirugía. En la mayoría de los casos las medidas tomadas serán solo para evitar que se hagan muy evidentes,afecten la apariencia de las piernas, y principalmente para evitar los molestos síntomas que acompañan a las varículas. Primero es necesario acudir a la consulta médica para descartar que no haya afección de las venas profundas.
El tratamiento de las varículas en las piernas incluye las medidas iniciales que deben tomar las personas que las padecen, las cuales incluyen evitar permanecer mucho tiempo de pie, lo mismo que sentadas, caminar durante las actividades aunque estas se realicen en espacios pequeños. En cuanto sea posible, elevar las piernas, utilizando otra silla, pero la medida más eficaz y de mayor duración, es el uso de medias de compresión, que complementan la acción de las válvulas internas de las venas. Básicamente hay que intentar evitar permanecer durante largas horas de pie y quieto, realizando algunas caminatas o levantando las piernas y, de estar sentado, siempre que sea posible elevar los miembros apoyándolos en un banco o silla. Los ejercicios como subir y bajar escaleras, así como montar bicicleta estática o móvil, permiten fortalecer los músculos de la pantorrilla, y secundariamente, estimular la circulación.
El tratamiento para eliminar las varículas debe ser realizado por un médico entrenado. En el momento hay dos alternativas disponibles. Una de éstas es la inyección mediante pequeñas agujas, de una sustancia esclerosante, que irritará las paredes de los pequeños vasos sanguíneos, lo cual hará que se cierren y no circule más sangre por ellos. Otro tratamiento es la utilización de láser, luz pulsada o radiofrecuencia, con el mismo objetivo de cerrar el interior de los vasos e impedir que circule la sangre. En ambos casos debe evitarse la exposición al sol para prevenir manchas en el sitio tratado. Es importante que la persona afectada, sepa que con el tiempo, aparecerán nuevas varículas y por lo tanto será necesario realizar otras sesiones de tratamiento.